
Por mucho tiempo se ha recomendado que al momento de perder peso se realice un proceso progresivo en el que se reduzca el consumo calórico controlando la ingesta de alimentos poco a poco para lograr resultados duraderos. Se cree que bajar de peso de forma progresiva impide que el peso perdido se recupere rápidamente.
Sin embargo a partir de un estudio realizado en Australia se inició una discusión que ha venido ganando fuerza entre algunos médicos. Se demostró que la pérdida de peso de manera rápida tiene beneficios para el mismo proceso como tal contrario a lo que sucede con la pérdida progresiva. Además se encontró que al parecer la recuperación del peso no depende directamente de la velocidad con que éste se perdió.
Mientras en el proceso de pérdida de peso progresiva puede haber mayor deserción antes de alcanzar el objetivo debido a factores como desmotivación y reincidencia en malos hábitos nutricionales, en la pérdida rápida de peso puede haber mayor adherencia y constancia debido a la motivación que genera el obtener resultados de manera rápida y evidente.
El estudió hizo un seguimiento a 200 personas adultas obesas que se distribuyeron en dos grupos y se les asignó al azar un programa de pérdida de peso progresiva de 36 semanas en el que se disminuía el consumo de calorías en 500 cada día y al otro grupo se le sometió a un programa de perdida rápida de peso de 12 semanas al que se les restringía el consumo de calorías de entre 450 a 800 diarias únicamente. La meta de alcanzar una pérdida del 12,5% del peso actual se logró en un 50% de los integrantes del grupo de pérdida progresiva y en un 70% para el grupo de pérdida rápida.
A los dos subgrupos se les asignó la misma dieta de “mantenimiento” con acompañamiento y control durante tres años. Se encontró que los integrantes de cada grupo recuperaron cerca del 71% del peso perdido al cabo de este periodo de tiempo. Por lo que se evidenció que al parecer la recuperación del peso perdido no depende de la velocidad con la que éste se logró bajar.
Es por lo anterior que se han venido adelantando estudios de programas de pérdida de peso de manera rápida vs programas progresivos de pérdida rescatando los aspectos positivos que se mencionaron de los programas rápidos.